Vulnerable, bella palabra de nuestra idioma. Hasta podríamos decir que musical. Mucho más bella y musical cuando, en nuestros tiempos, es tan frecuente escuchar acerca de la caída de las ideologías, de la muerte de la esperanza y de otros terribles males del así llamado fin de siglo y fin de milenio.
En el Diccionario de María Moliner encontramos que vulnerable significa: Susceptible de ser herido o vulnerado, en cualquier acepción, de recibir un daño o perjuicio, o de ser afectado, conmovido, convencido o vencido por algo que se expresa: ‘Tenía vulnerable un solo punto de su cuerpo. Es vulnerable a la lisonja’. Sinónimo también de asequible, atacable, sensible, débil, es, a su vez, antónimo de inasequible, insensible, invulnerable.
Conmueve y llama la atención la cantidad de mensajes interactivos que contiene la página en Internet de Vulnerables: http://www.megasur.com/vulnerables/, el programa de la TV que se emite por Canal 13. Supe de él a través de los comentarios de mis pacientes. Una joven relata, en medio de una sesión, que alternadamente, ella se encuentra con sus amigas en diferentes casas los martes a la noche para, como en un rito, a las 23 horas, compartir el momento de ver Vulnerables. Todas se identifican, en algún punto, con uno de los personajes de la serie. Lo mismo sucede con los otros vulnerables que navegan por la web. En ella hay temas centrados en sus personajes. Los pacientes: Gonzalo, Antonio, Roberto, Jimena, Alejandra, Cecilia. Y el Lic. Guillermo Segura, que recibe, por parte de los vulnerables navegadores, tanto críticas como aprobaciones. (Él, sin lugar a dudas ha tomado, con su diploma de psicólogo y con muchos desvíos, el camino de la práctica psicoanalítica. Hasta tiene, detrás de su sillón un famoso retrato de Sigmund Freud).
Muchos de los mensajes del site demuestran que los autores de esas reflexiones conocen de psicoanálisis por haber visitado, en el pasado o en el presente, el consultorio de algún psicoanalista. O tal vez, ¿simplemente? conozcan de las sutilezas del alma humana. Condenan a Dominicci por perverso, apoyan a Jimena por su ternura, critican al Lic. Segura por abandonar a sus pacientes en plenas fiestas de fin de año. (En este punto me permito una disgresión: en la época que me recibí de psicóloga y durante mi formación de post-grado como psicoanalista, mis maestros recomendaban que no era conveniente que los terapeutas tomáramos nuestras vacaciones en enero. Los pacientes, debido a las crisis de fin de año, estaban demasiado "vulnerables" para enfrentar esa separación. Entonces, las vacaciones se postergaban para febrero. Las situaciones de la vida, las diferentes épocas en que los pacientes se toman sus propias vacaciones, la crisis económica, no siempre vuelven posible en nuestros tiempos el cumplimiento de esa sabia sugerencia).
Por este año, el programa televisivo tuvo su cierre. Impulsivos finales de tratamiento -esas cosas le suceden a los mejores analistas. Pero, además, una ceguera del terapeuta ante la crisis de fin de año. Uno de los personajes parece haber tenido una sobredosis de droga. Como las historias se vuelven a veces erráticas, no sabemos qué pasará el año que viene.
Lo que más me interesa enfatizar es que, a veces, los "vulnerables" autores de los mails parecen saber más de psicoanálisis que los propios guionistas del programa.
Los actores de Vulnerables han recibido un justo premio por sus actuaciones. El suplemento Espectáculos del Diario Clarín eligió a Vulnerables como el mejor programa de la TV durante 1999. El público aprobó la serie con su audiencia y el foro, los otros "vulnerables", con sus mensajes interactivos. Todas esas señales nos indican que los ideales siguen existiendo, que la esperanza no ha muerto, que algunos humanos seguimos necesitando de la comunicación con el otro y que el psicoanálisis (a pesar de algunos invulnerables e insensibles psicoanalistas) continúa siendo una buena alternativa para los vulnerables curiosos sufrientes del alma humana.
Como anticipándose a nuestros tiempos, el 16 de abril de 1968 Anna Freud se refería, en una conferencia, a las dificultades dentro del propio mundo psicoanalítico, a aquellas que se presentan en relación a otras posturas psicoterapéuticas y a la atracción que el psicoanálisis seguía ejerciendo, allá por los años sesenta, entre los futuros estudiantes, los alumnos y el público en general. Enfatizando, con nostalgia, las características de los psicoanalistas que acompañaron a Freud en su creación decía que, en la Viena de principios del siglo XX:
Existían también seres humanos fuera de lo común, peculiares, soñadores, sensitivos, que habían experimentado en su propia persona la desdicha neurótica. Lo que dejaron en sus producciones escritas da testimonio de su capacidad para el trabajo analítico.
Es evidente que las palabras de Anna Freud siguen siendo actuales. Los Vulnerables actores del programa de la TV, los espectadores que los apoyan con su audiencia y los otros "vulnerables" que dejan sus huellas escritas en la Web, también dan testimonio de ello.